Planificar las vacaciones juntos
Los adolescentes ya quieren decidir a donde ir. Tenemos que aceptar que ya no somos solo los padres que planificamos las vacaciones.
Cada hijo es un mundo pero hemos vivido juntos muchas experiencias cuando eran más pequeños, y ahora toca cambiar la estrategia para que ambos –padres e hijos- puedan disfrutar de las vacaciones respetando los “espacios vitales” de cada uno y llegando al mayor consenso posible.
Una buena idea es involucarar a los adolescentes en la planificación del viaje. Seguro que sabéis lo que les gusta a vuestros hijos a estas edades. Podéis buscar algunos viajes que les podían apetecer tanto a ellos como a vosotros y hacerles elegir.
Una estrategia que puede funcionar es delegar en ellos tareas asumibles que despierten su interés y hagan que se sientan parte del equipo del viaje familiar. Les puedes pedir que busquen en internet atracciones, museos y lugares especiales, y que luego los ponerlos en común.
De esta forma logramos, con un poco de negociación y suerte, planificar unas vacaciones a gusto de todos.
Tener un itinerario
Cuando tengamos el destino y las activiades claros, es buena idea hacer una planificación del itinerario y las fechas. Así todos los miembros de la familia saben qué se va a hacer en qué día. Podemos hacer las reservas de las actividades con antelación para evitar decepciones.
Las normas claras
La verdad es que viajar con hijos adolescentes supone flexibilizar las normas, ya que no son tan pequeños y tienen autonomía propia, buscar momentos en los que cada uno tenga su espacio para conversar con sus amigos, hacer fotos o trastear en las redes sociales…. Podéis establecer normas para el uso del móvil (por ejemplo se puede usar en el alojamiento).
También podéis darles una cierta independencia en los gastos del viaje donde ellos tengan un dinero propio para sus compras personales y que puedan decidir por sí mismos y no se sientan dirigidos por los padres.
Nuevas experiencias
Vivir nuevas experiencias juntas es una buena forma de estrechar los lazos familiares. Además, a los adolescentes les suele gustar mucho probar algo nuevo.
Espacio y tiempo para ellos
Pocos adolescentes quieren estar todo el día con sus padres. Podemos darles el espacio que necesitan para estar solos un rato. Dependiendo del destino pueden hacer una actividad solos o con sus hermanos por ejemplo.
Ya que cada hijo es un mundo sobre todo debe prevalecer el consenso, la flexibilidad y la participación en gran parte de las decisiones. Si ponemos todos de nuestra parte el viaje será una experiencia fantástica...que con los años recordarán con agrado.